El budismo, el sijismo y el islam dominan el panorama religioso del sur de Asia, pero en este entorno, a menudo hostil a los cristianos, crece la pasión por el Evangelio.

Cada día, valientes creyentes comparten su fe con sus vecinos, arriesgándose a perder su trabajo, a convertirse en marginados sociales e incluso a sufrir violencia física, por el bien de compartir la Buena Nueva sobre Jesús.

Nuestro trabajo

En asociación con pastores locales y creyentes apasionados por compartir el Evangelio, trabajamos para equipar a las iglesias no sólo con los recursos bíblicos que necesitan para compartir la Palabra de Dios, sino también con la formación que necesitan para compartir con valentía su fe frente a la persecución.

A través de diversas iniciativas, miles de personas se acercan a Cristo y reciben su propio ejemplar de la Palabra de Dios en esta región cada año.